Desde las primeras grandes civilizaciones, la fertilidad y la reproducción aparecieron en el centro de las preocupaciones de la sociedad. En el Antiguo Egipto, por ejemplo, se desarrollaron prácticas para tratar de diagnosticar la infertilidad e incluso existe evidencia de que algunas personas se especializaban en estudiar el sistema reproductivo de las mujeres.
Cientos de años después, los avances científicos y médicos en el campo de la reproducción son algunos de los hitos más importantes en cuanto al cuidado de la salud de las personas con problemas de infertilidad, así como a los procesos sociales como la liberación femenina o los derechos de la población lgbt+.
Plan M habló con el doctor Carlos Quintero*, médico y ginecólogo del centro médico Imbanaco, sobre el alcance de la ciencia en los tratamientos de fertilidad y reproducción asistida, su avance acelerado en las últimas décadas y su efecto en la sociedad.
Plan M: ¿Qué avances científicos han tenido lugar en el mundo de la ginecología y fertilidad a lo largo de su carrera?
Carlos Quintero (CQ): Desde 1995 trabajo en esta área de la medicina y podría mencionar muchísimos avances. Básicamente, en ginecología uno de los grandes avances es la cirugía mínimamente invasiva con laparoscopio e incluso la cirugía robótica con el Sistema Quirúrjico Da Vinci (un instrumento quirúrgico sofisticado que se utiliza en cirugías del sistema reproductor, entre otras).
En el campo de la fertilidad también se han generado grandes avances en el perfeccionamiento de técnicas de reproducción asistida, con mejoras del laboratorio, los medios de cultivo y el desarrollo de medicamentos más eficaces y seguros para lograr la estimulación ovárica y favorecer la implantación del embrión, entre otros.
Plan M: ¿En qué consiste este avance?
CQ: Hoy en día es posible analizar la información genética del embrión (primera etapa del desarrollo humano luego de que un espermatozoide fecunde un óvulo) y diagnosticar embriones genéticamente sanos, algo que aumentó la posibilidad de éxito del proceso y generó la oportunidad de identificar los riesgos de transimión de enfermedades hereditarias.
En esa misma línea otro avance reciente es el desarrollo del Time Lapse, que permite evidenciar el desarrollo de un embrión segundo a segundo en el laboratorio, con lo que podemos revisar ciertas características que pueden mostrarnos la capacidad de implantación que tiene el embrión y detectar alguna alteración.
Plan M: ¿Entre estos hitos cuál ha sido el que más ha influido en el día a día de su profesión?
CQ: Las cirugías mínimamente invasivas y la criopreservación (congelación de células para preservarlas) son dos de los avances que más influyen. Las primeras, permiten el diagnóstico y tratamiento de enfermedades que pueden afectar la calidad reproductiva. Por ejemplo, a través de estas técnicas podemos identificar y tratar afecciones como la endometriosis (cuando el tejido que recubre el interior del útero crece por fuera de este y puede causar inflamación).
Por otra parte, la criopreservación ha influido en la mayor eficacia de las técnicas de reproducción asistida. Gracias a esta se pueden congelar varios embriones, por lo que si una mujer no logra el embarazo en el primer ciclo de tratamiento tiene otras oportunidades. Además, también permite preservar el potencial reproductivo ante el paso del tiempo o cuando las personas vayan a acceder a un tratamiento contra el cáncer que pueda afectar sus células reproductivas. Con la congelación de óvulos, espermatozoides o embriones las personas pueden preservar su fertilidad.
Plan M: Algunas personas no acceden a las técnicas de reproducción asistida por considerarlas poco naturales, ¿qué les diría?
CQ: Todos los avances en medicina reproductiva tienen un carácter científico que, así como la penicilina, las vacunas o la anestesia, son avances que tienen el objetivo de mejorar la salud y el bienestar del ser humano. Por ejemplo, los avances científicos de las técnicas de reproducción asistida han permitido que parejas enfrentan la infertilidad, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad, accedan a tratamientos para tratarla. Nosotros simplemente facilitamos las circunstancias para que la naturaleza logre un bebé biológico.
Plan M: ¿Cómo manejan las expectativas de quienes creen que estas técnicas son infalibles por su carácter científico?
CQ: La clave es dar información adecuada y precisa para que las personas entiendan la probabilidad de éxito. A pesar de los avances científicos, no es posible aún contrarrestar el efecto de la edad en la reproducción y lograr un embarazo en 100% de los casos no es una realidad. A mayor edad, menor probabilidad de lograr un embarazo con tus propios óvulos, así sea con procesos de reproducción asistida.
Plan M: Para algunos el nivel científico de estas técnicas significa que son muy costosas o de difícil acceso. ¿Es cierto?
CQ: Respecto a las técnicas de reproducción asistida hay mucha desinformación y muchas personas creen que tienen que viajar al exterior para conseguir los tratamientos más innovadores. Sin embargo, en Colombia estamos igual de avanzados y tenemos resultados equiparables a otras partes del mundo donde se realizan estas técnicas hace muchos años. Estos tratamientos son costosos, pero se está trabajando para aumentar el acceso a ellos.
Plan M: ¿De qué manera el acceso a estos tratamientos ha influido en la sociedad?
CQ: Mediante estas técnicas muchas mujeres sin pareja o personas con parejas del mismo sexo pueden lograr su deseo de ser madres o padres. La criopreservación inicialmente solo se utilizó para preservar la fertilidad en mujeres que enfrentarían tratamientos contra el cáncer, pero cada vez es más utilizada por mujeres que quieren tener hijos más adelante por razones sociales y desean preservar su fertilidad.
*Doctor Carlos Quintero
Médico y especialista en ginecología y obstetricia de la Universidad del Valle. Fue coordinador del primer programa de Reproducción Asistida creado en Cali, Colombia. El doctor Quintero es miembro de la Unidad de Medicina Reproductiva del Centro Médico Imbanaco y de la American Society for Reproductive Medicine (ASRM).
Fuentes:
Ramos, A, & Mata, D. (2002). Gestación y nacimiento en el Antiguo Egipto. Revista de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, 62(2), 141-144.
